Los riads en Marruecos son lo que en España se ha dado en llamar “hoteles con encanto “, es decir, un pequeño hotel de entre cinco y quince habitaciones decorado de forma exquisita con objetos de artesanía y antigüedades.
En realidad son antiguos palacetes de gente acaudalada reconvertidos en hoteles, spas o restaurantes.
Riad significa jardín; son edificios cuya principal característica es la existencia de un patio o jardín interior central al que dan las distintas estancias; tanto las principales en planta baja, muchas de ellas directamente comunicadas con el patio o adyacentes a él con ventanas y puertas que dan a esta fuente, piscina o jardín como las estancias de las plantas superiores, que también se distribuyen alrededor de él rodeándolo mediante una pasillo abierto a través del cual se accede a las distintas piezas.

Este patio tiene una función bioclimática muy importante ya que el edificio se aísla del exterior mediante gruesos muros de arcilla con muy pocas aperturas para protegerse del potente calor marroquí; este patio, mediante fuentes, plantas, … refresca el aire de su interior que luego recorre las estancias del riad.
Este aislamiento del exterior también tiene que ver con la noción islámica de privacidad y el uso del hiyab por las mujeres.
las paredes de los riads suelen estar revestidas con yeso tadelakt y azulejos zellige, con citas del Corán en caligrafía islámica.
Suelen ubicarse en el centro de las ciudades, es decir, cerca de las medinas.
esta idea de patio interior proviene de la arquitectura romana donde ya se utilizaban de una manera muy similar; la casa gira en torno a esta zona de refresco mientras se cierra el exterior por seguridad y por confort climático. Los romanos también utilizaban estas fuentes o piscinas como impluvium, o sea, recipientes donde recoger el agua de lluvia que caía directamente y también desde los tejados alrededor del patio con cubierta inclinada hacia este patio.